Unos hermanos se pierden un tratamiento vital en el Seattle Childrens por culpa de un fallo en CrowdStrike
Unos hermanos se pierden…
LYNWOOD, Washington – El apagón informático mundial que causó estragos logísticos en hospitales, aeropuertos, empresas y gobiernos está teniendo un impacto de vida o muerte en una familia.
Malachi y Maleea Castilotte tenían programada una infusión cerebral el viernes, un procedimiento que reciben cada dos semanas. Su madre, Sabrina, recibió la primera señal a la 1 de la madrugada de que algo iba mal: un mensaje del Hospital Infantil de Seattle informando de que la red no funcionaba.
«Realmente no le di importancia, sólo pensé: ‘Será un día caótico’», recuerda Sabrina.
A medida que avanzaba la mañana, también lo hacía la extensión del corte. Se cancelaron las citas de sus hijos, las primeras que se perderían en cinco años.
Unos hermanos se pierden
En 2019 llegó el final de un misterio que duraba años. Malachi triunfaba en el levantamiento de potencia y tenía planes de entrar en el equipo de fútbol, pero algo en su cuerpo parecía estar dando pasos atrás.
Cuando Malachi tenía 18 años, le diagnosticaron la enfermedad de Batten, concretamente CLN2, una enfermedad genética, hereditaria y degenerativa. Le dio respuestas, pero también supuso un shock.
Unos hermanos se pierden
«Se puede considerar como las principales enfermedades cerebrales en una sola», explica su padre, Reiff Castilotte. “Pasó de hacer multiplicaciones de tres cifras en su cabeza más rápido de lo que yo podía teclearlas, dando clases particulares a otros niños, a ahora apenas puede hacer multiplicaciones de una cifra”.
La enfermedad de los hermanos significa que su organismo no crea una enzima que limpia los desechos celulares del cuerpo. La acumulación de proteínas y péptidos afecta más agudamente a las células nerviosas.
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