Una madre de Auburn conciencia a la población tras el grave accidente pirotécnico de su hijo el domingo
Una madre de Auburn…
AUBURN, Wash. – “No para de repetir lo mucho que siente haber metido la pata”.
Heather Prince dice que está aliviada de que su hijo Zarias, de 15 años, haya vuelto a casa del hospital, después de que el domingo pasado resultara gravemente herido en un accidente con fuegos artificiales mientras jugaba con sus amigos en Brannan Park, en Auburn.
“Dijo que encendió los fuegos artificiales y entonces todo se volvió blanco y luego, cuando volvió en sí, tenía las manos destrozadas, estaba ensangrentado y todo el mundo corría hacia él, agarrándole las manos, tratando de evitar que se desangrara hasta que llegó la ambulancia”, dijo Prince.
Dice que su hijo no sabía que estaba encendiendo un potente mortero.
“Tengo un poco de trastorno de estrés postraumático por verle en la ambulancia y oírle llorar”, dijo Prince.
Una madre de Auburn
Después de que Zarias fuera trasladado de urgencia a Harborview, entró en quirófano.
“Le cortaron prácticamente toda la mano. Era irreparable: los nervios estaban muertos, así que tuvieron que amputársela”, dijo la madre.
El año pasado en Estados Unidos, en las semanas anteriores y posteriores al 4 de julio, 9.700 personas sufrieron lesiones relacionadas con los fuegos artificiales, y al menos ocho murieron.
El 42% de las visitas a urgencias estuvieron relacionadas con quemaduras, y la mayoría de las víctimas tenían entre 15 y 19 años.
Una madre de Auburn
“La mayoría de las lesiones que vemos son realmente evitables. Hay personas que intentan sobrepasar sus límites con los fuegos artificiales, intentando hacer cosas que son intrínsecamente peligrosas, pero quieren intentarlo de todos modos y, por desgracia, resultan gravemente heridas”, afirma el Dr. Stephen Morris, de UW Medicine – Seattle.
“Ese es el mayor objetivo
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