La Fiscalía del condado…
CONDADO DE KING, Washington – Los líderes del Condado de King están revisando lo que funcionó y lo que no en su primer año de aplicación de la llamada «Estrategia de Escuelas Más Seguras», destinada a prevenir la delincuencia juvenil.
La fiscal Leesa Manion y el fiscal adjunto superior y responsable de la estrategia de escuelas más seguras, Jamie Kvistad, explicaron que un motivo de preocupación es la falta de asistencia a la escuela. Afirman que tiene una correlación directa con la violencia juvenil y la delincuencia.
Además, el equipo de menores de la agencia está llevando a cabo una gira de aplicación de la ley para ayudar a impulsar la respuesta de todo el condado a la delincuencia juvenil.
Manion lanzó la «Estrategia de escuelas más seguras» en enero, ya que, según los informes, la delincuencia violenta entre los menores es más alta ahora que en 2019.
Kvistad se encarga de casos para 20 distritos escolares del área del condado de King que involucran amenazas, posesión de armas, violencia con armas de fuego y más.
«Y hacer las intervenciones apropiadas para que no estén participando en esos comportamientos y trayendo la violencia potencial a nuestros edificios escolares», explicó Kvistad.
«La escuela es un factor de protección. Tenemos que conseguir que nuestros jóvenes vuelvan a comprometerse con la educación», declaró Manion.
La Fiscalía del condado
En una mesa redonda celebrada el martes, Kvistad informó de que la falta de asistencia a la escuela es una gran señal de alarma que, en su opinión, está relacionada con la violencia juvenil y la delincuencia. De hecho, los datos del superintendente del estado muestran que de los 57 niños K-12 acusados de posesión ilegal de un arma de fuego desde enero, alrededor del 10 por ciento de ellos no estaban matriculados en la escuela y el 85 por ciento tenía algún tipo de inscripción parcial.
«Nos enfrentamos a una generación en la que sociológicamente no creo que comprendamos realmente hasta qué punto la pandemia les ha afectado en términos biológicos, sociales y educativos», afirma Kvistad.
Otros factores que pueden influir en que los niños falten a clase son, entre otros, los problemas familiares, los trastornos mentales o por consumo de drogas y el retraso académico.
Algunos métodos de intervención incluyen condicionar la asistencia a clase a la puesta en libertad o la supervisión de una persona, tanto si ha sido acusada de un delito menor como de un delito grave.
«Estamos proporcionando un agente de libertad condicional, estamos pidiendo a ese agente de libertad condicional que forme parte de la planificación de la seguridad en la escuela», dijo sobre la aplicación de esa práctica.
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Además, la agencia notificó a los distritos escolares 70 casos en los que los niños tienen pendientes delitos graves relacionados con armas de fuego. Dicen que esto ayuda mejor a las escuelas a participar en la planificación de la seguridad y la evaluación de las amenazas antes de lo que lo harían de otro modo.
Dicen que de cara a este año, su equipo de la División de Menores seguirá trabajando con las escuelas, los líderes estatales y las fuerzas del orden para dotar de personal a los casos, revisar las órdenes judiciales, ofrecer formación y asesorar sobre cuestiones jurídicas, según una entrada de blog de KCPAO.
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