SEATTLE – Errol, un perro de juzgado de 12 años que ha pasado la última década brindando apoyo emocional a sobrevivientes y testigos de crímenes en el condado de King, se retiró el martes después de su último día oficial de servicio.
Errol comenzó a trabajar con los fiscales en el quinto piso del juzgado del condado de King cuando tenía sólo 2 años. A lo largo de sus 10 años de carrera, se convirtió en una presencia esencial durante procedimientos legales difíciles, ofreciendo consuelo a testigos vulnerables que testificaban en casos traumáticos.
“Creo que todos nos sentimos un poco nostálgicos y un poco tristes, y también honrados de haber pasado este tiempo con él”, dijo Page Ulrey, un fiscal adjunto de alto rango.
Entre las contribuciones más importantes de Errol estuvo ayudar a un joven llamado Malachi a testificar ante el tribunal después de que su madre, Lindsay, fuera asesinada por un conductor ebrio. El niño había presenciado las consecuencias del accidente pero estaba demasiado traumatizado para hablar con los fiscales sobre el incidente. Errol se sentó junto a Malachi durante el proceso judicial, brindándole el apoyo emocional que le permitió testificar. El caso finalmente terminó en una condena.
El perro también consoló a la familia de Brent Arancio, un veterano del ejército que fue asesinado por un ladrón, dejando atrás a sus hijos pequeños. La viuda de Arancio, Tami, describió el profundo impacto que Errol tuvo en sus hijos.
“Que un perro sea capaz de hacer que un niño que perdió a su padre en un asesinato sienta que algo en este mundo está bien, para mí eso es enorme”, dijo.
El Consejo del Condado de King honró el servicio de Errol con una ceremonia el martes y emitió una proclamación especial para el canino.
“Ha hecho mucho trabajo individualmente con diferentes personas en tantos niveles diferentes, y que el condado lo honre es realmente maravilloso”, dijo Ulrey.
La fiscalía dijo que está trabajando en un plan para que el próximo perro del juzgado continúe el legado de servicio de Errol.
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