LANGLEY, Washington — Hay aproximadamente 114 mil millones de centavos en circulación en Estados Unidos.
Eso equivale a 1.140 millones de dólares, pero parece que la mayoría de ellos están en frascos en la parte trasera del armario de un dormitorio o pegados al fondo del portavasos de su automóvil.
Las monedas de un centavo se han vuelto tan impopulares que la Casa de la Moneda de Estados Unidos planea eliminar gradualmente las monedas de cobre el próximo año, pero una empresa de Whidbey Island se está adelantando al juego.
Star Store en Langley, operada por Gene y Tamar Felton durante 41 años, decidió eliminar los centavos inmediatamente redondeando cada transacción a la moneda de cinco centavos más cercana. Durante sus cuatro décadas dirigiendo la tienda, los Felton han sido testigos de un cambio dramático en los métodos de pago.
Al principio, los clientes pagaban en efectivo, cheques y planes de pago a plazos o simplemente cargaban sus compras a cuenta. Ahora que alrededor del 80% de las ventas se realizan con plástico, los propietarios dicen que eliminar los centavos agiliza las transacciones entre empleados y clientes.
“No lo sé, simplemente parece que ya no valen la pena”, dijo Tamar Felton.
Gene añadió: “No realizamos transacciones de centavos en el 80% de nuestro negocio. Esto es ridículo”.
La decisión de la Casa de la Moneda de Estados Unidos de eliminar gradualmente la producción de monedas de un centavo se debe en parte a cuestiones económicas. Cuesta casi cuatro centavos producir un solo centavo. Si bien las monedas de un centavo seguirán en circulación, no se acuñarán monedas nuevas a partir del próximo año.
Sin embargo, eliminar el centavo puede crear consecuencias no deseadas que no cuadran. Los níqueles, que probablemente serían necesarios para llenar el vacío en las transacciones de pequeño valor, cuestan alrededor de tres veces más de lo que valen.
El grupo pro centavo Americans for Common Cents sostiene que eliminar las monedas de un centavo de la circulación requeriría producir más monedas de cinco centavos para manejar pequeñas transacciones, lo que en última instancia costaría más dinero a los contribuyentes.
A pesar del debate, Felton está feliz de ser un “agente de cambio” al eliminar gradualmente las monedas en su tienda.
“Por fin el dinero empieza a salir de aquí”, afirmó. “¡No valen ni el agujero que tengo en el bolsillo!”
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