El Ayuntamiento de Seattle votará sobre las controvertidas zonas de seguridad para drogas y prostitución
El Ayuntamiento de…
SEATTLE – El Ayuntamiento de Seattle estaba abarrotado el martes por la tarde, con ciudadanos indignados y vecinos temerosos enfrentados por las zonas de seguridad propuestas para reprimir el consumo ilegal de drogas y la prostitución.
La controvertida legislación, conocida como zonas SOAP [Stay out of Area of Prostitution] y SODA [Stay out of Drug Area], ha provocado un intenso debate con decenas de personas haciendo cola horas antes de la reunión del consejo para expresar sus opiniones.
Tras la caótica votación de la semana pasada en la Comisión de Seguridad Pública, la tensión ha sido máxima durante la reunión de hoy del Consejo.
En aquella reunión se detuvo a un manifestante y se pintarrajearon bienes municipales con el mensaje «Cathy Moore odia a los pobres» garabateado en el suelo fuera de la cámara del consejo. Los manifestantes entonaron cánticos que obligaron a intervenir a la policía.
Después de los disturbios, los opositores destrozaron la propiedad municipal fuera de la cámara del consejo. (Archivo / )
La concejala Cathy Moore, promotora de la ley, fue muy criticada. A pesar de la reacción, sus partidarios sostienen que el proyecto de ley es esencial para hacer frente a la delincuencia callejera. Moore afirma que colaboró con la aportación directa de supervivientes y proveedores de servicios para elaborar la ordenanza.
«Desgraciadamente, la gente no se ha tomado el tiempo de leer lo que he expuesto y tiene una perspectiva filosófica particular», dijo Moore.
El Ayuntamiento de
Los defensores de la zona de seguridad SOAP afirman que dará a las fuerzas del orden nuevas herramientas para enfrentarse a proxenetas y compradores, ayudando a desarticular las redes de prostitución que operan abiertamente en las calles de Seattle.
«Este proyecto de ley es la primera vez que la ciudad persigue a las personas que perpetúan el trauma y el daño en nuestras comunidades: los compradores y los proxenetas», dijo Moore.
Moore hizo hincapié en la necesidad de reforzar la aplicación de la ley por parte de la policía: «Todos sabemos quiénes se dedican a esta actividad, quiénes son los proxenetas. Llevan a mujeres y a otras personas a Aurora. Están sentados en el coche, vigilando y controlando este comportamiento».
Ella sostiene que esta ordenanza permite a la policía observar ese comportamiento y si ven a las mismas personas que aparecen una y otra vez, pueden acercarse, investigar, y potencialmente detenerlos allí mismo, en la Avenida Aurora.
El concejal Bob Kettle también apoyó el proyecto de ley, argumentando que reduciría las guerras territoriales y la violencia asociada. «Hay intereses contrapuestos y, a menudo, en este mundo de los negocios, esos intereses se resuelven a tiros», dijo Kettle.
Pero los críticos sostienen que se trata de una política lateral que hará más mal que bien, al estigmatizar aún más a los profesionales del sexo sin abordar los problemas subyacentes.
El Ayuntamiento de
Sostienen que destina más fondos a la vigilancia policial que a la ayuda social a las víctimas del tráfico sexual. Durante el periodo de comentarios públicos, varios opositores cuestionaron si se puede esperar que los agentes de policía apliquen correctamente la ley, mientras que otros argumentaron que lo que se define como «comportamiento sospechoso» es nebuloso y podría dar lugar a que las personas -especialmente los grupos marginados- sean objeto de perfiles y detenciones desproporcionados.
Otros opositores afirman que la ordenanza
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