MOAB, Utah – Un globo meteorológico lanzado desde Spokane, Washington, impactó a un vuelo de pasajeros de United mientras sobrevolaba Moab, Utah, a mediados de octubre.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), organismo encargado de investigar accidentes aéreos, publicó el jueves un informe detallando que el avión, con destino desde Denver, Colorado, a Los Ángeles, California, volaba a una altura de crucero alrededor de las 7 de la mañana del 16 de octubre, cuando el capitán divisó un objeto en el horizonte. Antes de poder alertar a su copiloto, el globo colisionó con la aeronave, provocando la rotura de una de las mitades del parabrisas.
El informe de la NTSB revela que ambos pilotos fueron alcanzados por fragmentos de vidrio roto; el capitán sufrió varios cortes en su brazo. El copiloto resultó ileso y, afortunadamente, ninguno de los pasajeros sufrió lesiones.
La tripulación desvió el vuelo para aterrizar en Salt Lake City, Utah, debido a los daños sufridos en la aeronave.
Posteriormente, WindBorne Systems, Inc., la empresa responsable del globo, informó a la NTSB que había perdido el contacto con uno de sus globos de medición global (GSB) en el área del incidente.
WindBorne Systems, una empresa aeroespacial con sede en California, afirma que el GSB fue lanzado en la mañana del 15 de octubre desde Spokane y viajó hacia el sur a través de Nevada antes de regresar hacia el norte sobre Utah. Es importante aclarar que Spokane es una ciudad en el estado de Washington, al noreste de Seattle.
WindBorne informó a la NTSB que los GSB son no tripulados – es decir, no transportan pasajeros – y están diseñados sin materiales metálicos ni rígidos para minimizar el daño en caso de colisión.
En respuesta al nuevo informe, WindBorne emitió una declaración afirmando que ha implementado cuatro medidas de seguridad adicionales para prevenir futuros incidentes. Estas incluyen la reducción del tiempo que los globos permanecen en el espacio aéreo comercial, la mejora de las alertas de coordinación del tráfico aéreo, el desarrollo de algoritmos de evitación de colisiones y la reducción de la masa para minimizar aún más el daño en caso de impacto.
La declaración indica: “Estamos profundamente aliviados de que el vuelo UA1093 aterrizó de manera segura y con daños mínimos. Si bien la NTSB continúa determinando la causa precisa del incidente, WindBorne ya ha implementado cuatro medidas de seguridad adicionales para reducir aún más la posibilidad de cualquier interacción futura entre aeronaves y globos, así como para mitigar el daño en caso de que vuelva a ocurrir un impacto”.
La NTSB explica que los parabrisas de los aviones están certificados para resistir el impacto de un ave de cuatro libras sin penetración, una medida de seguridad estándar.
La NTSB indica que la investigación sigue en curso.
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