SEATTLE – La supervisora de turno Brenna Nendel se paró bajo la lluvia torrencial el jueves por la mañana, bloqueando el servicio de autoservicio en un Starbucks Queen Anne junto con sus compañeros de trabajo que abandonaron el trabajo para unirse a una huelga nacional.
“Estamos pidiendo a los clientes que boicoteen Starbucks mientras estamos en huelga”, dijo Nendel mientras los autos tocaban las bocinas en señal de apoyo. “Nadie está trabajando. Estamos todos aquí”.
La huelga, que los trabajadores sindicales llaman la “Rebelión de la Copa Roja”, fue programada para interrumpir uno de los días de promoción más importantes del año de Starbucks, cuando la cadena de café regala tazas navideñas reutilizables. Al menos tres ubicaciones en el estado de Washington cerraron el jueves: una en Redmond y dos en Seattle.
A nivel nacional, aproximadamente 1.000 baristas sindicalizados abandonaron sus trabajos en 65 tiendas en más de 40 ciudades en 13 estados, según Starbucks Workers United. El sindicato representa a unos 9.500 trabajadores en 550 de las casi 18.000 ubicaciones de Starbucks en Estados Unidos.
“El Día de la Copa Roja es uno de los días más ocupados del año para Starbucks y, sinceramente, es uno de los días más difíciles para trabajar como socio porque no nos cuentan con personal para ello”, dijo Nendel. “Estamos tremendamente ocupados. Así que pensamos, ¿por qué no hacer la mayor mella posible en sus ganancias?”
La huelga no tiene fecha de finalización fijada. Los trabajadores exigen mejores salarios, más horas para contar con personal adecuado y la resolución de cientos de cargos por prácticas laborales injustas presentados contra la empresa.
Las negociaciones contractuales entre Starbucks y el sindicato fracasaron en diciembre de 2024 y no se han reanudado. En abril de 2025, los delegados sindicales rechazaron abrumadoramente la propuesta de contrato de Starbucks, que según los trabajadores no ofrecía aumentos salariales durante el primer año y no abordaba la falta crónica de personal.
“Anunciamos a la empresa que nuestra huelga es indefinida”, dijo Nendel. “La empresa dejó de negociar con nosotros en diciembre del año pasado y no han vuelto a la mesa”.
En un comunicado, la portavoz del sindicato, Michelle Eisen, dijo que los trabajadores están preparados para una escalada. “Si Starbucks sigue obstaculizando un contrato justo y negándose a poner fin a la represión sindical, verán su negocio paralizarse”, dijo.
Starbucks cuestiona las afirmaciones del sindicato y dice que está dispuesto a volver a la mesa de negociaciones. “Estamos decepcionados de que Workers United, que representa menos del 4% de nuestros socios, haya convocado una huelga en lugar de regresar a la mesa de negociaciones”, dijo la portavoz de Starbucks, Jaci Anderson. “Menos del 1% de nuestras cafeterías están experimentando algún nivel de interrupción”.
La compañía dijo el jueves que estaba “en camino de superar nuestras expectativas de ventas para el día”.
Starbucks sostiene que ofrece una compensación competitiva, con un promedio de más de 30 dólares la hora cuando se combinan el salario y los beneficios. La empresa caracterizó las demandas salariales del sindicato como poco realistas y dijo que “afectarían significativamente las operaciones de la tienda y la experiencia del cliente”.
La acción laboral se produce mientras Starbucks intenta revertir años de caída en las ventas bajo el mando de su nuevo director ejecutivo, Brian Niccol. La compañía despidió recientemente a unos 900 empleados no minoristas y cerró más de 600 tiendas en todo el país, incluida Reserve Roastery de Seattle.
Para Nendel, los cierres le afectaron de cerca. “Me sindicalicé en Eastlake Starbucks, que ahora está cerrado, a principios de 2022”, dijo. “Hicimos una huelga con Fifth y Pike, y ahora también cerramos”.
Después de los cierres, las sucursales restantes absorbieron el exceso de clientes. “Hemos estado muy ocupados desde el cierre de las tiendas. Todos los clientes de esas dos tiendas han venido a nuestra tienda y simplemente no nos sentimos preparados”, dijo Nendel.
El mes pasado, Starbucks informó su primer crecimiento de ventas trimestral en casi dos años, con ventas globales en mismas tiendas aumentando un 1% y las ubicaciones en Estados Unidos se volvieron positivas en septiembre. Pero para los trabajadores en el piquete del jueves, esos avances no se han traducido en mejoras en sus condiciones laborales.
“Creo que todos estábamos listos para un descanso, incluso si se trataba de un piquete durante cinco horas al día, incluso bajo la lluvia”, dijo Nendel.
Los baristas sindicales realizaron una manifestación el jueves por la tarde en el sitio del antiguo Reserve Roastery en Pike Street, con la presencia de la alcaldesa electa de Seattle, Katie Wilson.
“Estoy pidiendo a todos los que creen en la justicia, la dignidad y los derechos de los trabajadores que apoyen esto en este piquete”, dijo Wilson. “Yo no voy a comprar Starbucks y tú tampoco deberías hacerlo”.
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