OLYMPIA, Washington – La Corte Suprema del Estado de Washington escuchó los argumentos orales el jueves en el caso que decidirá si la Universidad Estatal de Washington puede ser considerada responsable por la muerte por novatadas de Sam Martínez en 2019.
El abogado de WSU solicitó al tribunal que revocara un fallo de la corte de apelaciones de enero que decidió que la universidad tiene cierta responsabilidad en la muerte de Martínez.
Sam Martínez, estudiante de primer año de WSU, murió por intoxicación aguda por alcohol después de un evento de fraternidad en 2019. Su muerte, coincidieron la policía de Pullman y WSU, fue el resultado de una novatada en el capítulo Gamma Chi de Alpha Tau Omega (ATO).
En una demanda presentada contra la universidad en 2020, los padres de Sam argumentaron que la universidad era parcialmente culpable de su muerte. El Tribunal de Apelaciones de Washington estuvo de acuerdo y dictaminó que la ATO utilizó una casa fuera del campus para evitar la prohibición del alcohol por parte de la WSU, y que la WSU sabía de estos eventos.
Ahora, WSU está apelando esa decisión, argumentando que la universidad no puede controlar lo que hacen una fraternidad o sus miembros en eventos o alojamiento fuera del campus.
En un escrito presentado ante el tribunal en agosto, WSU dice que dos acuerdos separados describen que el único poder que la universidad tenía sobre la fraternidad era una capacidad contractual posterior al hecho para sancionar a Gamma Chi.
“Cuando estás fuera del campus, lejos de la seguridad del campus, lejos de la administración, no hay capacidad para controlar esas actividades”, dijo el asesor de WSU, Nicholas Ulrich. “La universidad no pudo impedir que la fraternidad realizara actividades en casa de uno de sus miembros de forma preventiva”.
El abogado que representa a la familia Martínez argumentó el jueves que la universidad tenía conocimiento de un historial de novatadas en fraternidades, y específicamente en ATO.
“Tenían una visión tremenda. Tenían el poder de dictar las actividades fuera del campus, las actividades en la sala capitular y dondequiera que se llevaran a cabo las actividades de la fraternidad”, dijo la abogada Rebecca Jane Roe en su argumento oral ante los jueces el jueves.
El abogado de Martínez describe en su escrito de respuesta presentado en agosto que las medidas preventivas existentes de la universidad, como el monitoreo y la aplicación del cumplimiento de las Normas de Conducta de WSU y la capacidad de la universidad para emitir sanciones por violaciones, muestran que la universidad es consciente de algún deber de proteger la seguridad de sus estudiantes.
La respuesta cita que “la naturaleza de la relación de WSU con Gamma Chi era tal que WSU tenía suficiente conocimiento de la peligrosidad de la conducta de Gamma Chi, podía identificar a sus víctimas potenciales y podía ejercer suficiente control sobre Gamma Chi…”
Actualmente no hay un cronograma disponible sobre cuándo la Corte Suprema podría dictar un fallo.
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