BELLINGHAM, Washington — Los socorristas ahora llaman al condado de Whatcom “el lugar más seguro en Washington para sufrir un paro cardíaco”.
En este momento, casi todos los patrulleros del condado de Whatcom están equipados con un desfibrilador portátil que puede salvar una vida en caso de un paro cardíaco repentino. Eso incluye la oficina del sheriff, la policía de Blaine, la policía de Bellingham y ahora el destacamento de Bellingham de la patrulla estatal.
La mayoría de los agentes del orden no llevan desfibriladores. Como suelen ser los primeros en llegar al lugar de una emergencia médica, equipar a la policía es fundamental.
“Cada minuto cuenta”, afirmó el Dr. James Douglas, cirujano cardíaco del Centro Médico PeaceHealth. “Si una persona no es reanimada en los primeros minutos, sus posibilidades de supervivencia son aproximadamente del 50%”.
Lisa Hanger lo sabe muy bien. Su esposo, un policía estatal, Brent, murió de un paro cardíaco mientras trabajaba hace 10 años, a la edad de 47 años.
“A los 47 años, este es el tipo de cosas que le pasan a otra persona”, dijo Lisa, “pero es muy real. Tenemos seis hijos”.
Lisa espera que los dispositivos eviten que otras familias experimenten la misma tragedia que la suya.
“No creo que la gente piense que la policía será la primera en llegar a la escena y que tener ese DEA disponible no tiene precio”, dijo Hanger.
Durante los últimos cinco años, el hombre responsable de todo esto donó 121 desfibriladores en todo el condado de Whatcom. Se han desplegado más de 160 veces y han salvado al menos dos vidas.
“Es el regalo de la vida”, dijo Byron Sprague, residente del condado de Whatcom desde hace mucho tiempo.
Sprague es el corazón del proyecto y hace las donaciones en parte para honrar a su padre, Al, el médico con más años de servicio en la historia del Departamento de Bomberos de Seattle. Pero también para honrar a todos los socorristas y sus familias que realmente entienden el sacrificio y el servicio.
“Ayudar a salvar vidas en Bellingham y que las fuerzas del orden salven vidas es un gran sentimiento. No creo que pueda tener un sentimiento mejor”, dijo Sprague.
Los últimos 20 DEA honran específicamente al marido de Lisa Hanger. Su hija, policía estatal, que siguió sus pasos, ahora llevará un DEA al servicio de su comunidad.
“El hecho de que mi esposo sea reconocido de varias maneras es dulce y es maravilloso para mis hijos saber que todavía se recuerda a su padre”, dijo Hanger.
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